El lunes os mandaba una newsletter en la que hablaba sobre cómo encontrarnos profesionalmente. Estudiamos desde una edad muy temprana carreras que quizá imaginamos de un modo. Elegimos en momentos en los que quizá no nos conocemos lo suficiente. Quizá aún no nos hemos encontrado como personas y es entonces francamente difícil tener claro qué queremos estudiar o a qué queremos dedicarnos.
Hay quién lo tiene claro desde el primer momento pero muchas otras personas, lo vamos descubriendo por el camino, en el transcurso de la vida, viviendo, en la práctica, en el día a día. “Ensuciándonos” las manos e investigando aquí, allá, probando, prueba-error…
Así ha sido mi camino y así lo he vivido y transitado de unas etapas a otras.
Me he buscado durante años en muchos sentidos y uno de esos aspectos en los que he sentido la necesidad de búsqueda ha sido en el plano profesional. Estudié muchísimas cosas. Creía que lo tenía claro al elegirlo pero luego vi que no. Así en varias ocasiones. Creemos que ser médico o ser abogada es una cosa y luego, quizá la realidad no tiene nada que ver con eso. O creemos que nos gustaría hacer una determinada cosa pero luego, en la práctica, no nos sentimos alineadas con ello. A mí me pasó y sé que no soy la única.
Empecé estudiando publicidad. Primero. Luego me adentré en psicología y me licencié tras 4 años de estudios. En paralelo ya estaba mirando qué más estudiar porque necesitaba más. Siempre he sido muy inquieta (e intensa) y le siguieron estudios de marketing, comunicación, periodismo, fotografía, incluso moda, para luego volver un poco al punto de inicio y centrarme en cosas relacionadas con psicología y comunicación, de ahí mi lugar actual a nivel profesional.
Durante todo este tiempo, saltaba en muchos momentos de unos estudios a otros (igual que de trabajos) porque no terminaba de encontrar ni encontrarme y en mi caso, a raíz de cada desencuentro, me adentraba en una nueva búsqueda incesante, en momentos algo desesperada porque no entendía que pudiera resultarme tan difícil encontrar algo para mí.
Creo que era normal. Aún no me sentía bien alineada conmigo misma. Me faltaba mucho por saber de mí y sin estar realmente conectada conmigo, no podía dar con la “respuesta” adecuada o no podía conformarme con lo que iba encontrando. Ese tiempo de búsqueda, no lo recuerdo fácil. Era incómodo. Me sentía sola, incomprendida… No siento que tuviéramos tantos recursos a nuestro alcance. Ni a nivel de herramientas ni de profesionales. O yo los desconocía. Tampoco me sentía rodeada de personas que hubieran vivido situaciones similares. Parecía que todo el mundo lo tenía muy claro o al menos no se cuestionaba tanto las cosas como yo. ¿Por qué no puedo conformarme? Me preguntaba a mí misma. ¿Estarás satisfecha en algún momento de tu vida?
Fotografías: Anna Alfaro
Ahora, en el momento presente (y desde hace algún tiempo), veo que sí, que por supuesto llega ese momento pero llega cuando das con lo que sí es para ti, tanto a nivel personal como profesional. Si estamos incómodas con situaciones, trabajos, personas… normalmente es por algo. Yo me sentía culpable, rara y extraña, cansada de tanto buscar, de no encontrar… Pero insistiendo, todo llega.
Con el tiempo, pasaron años hasta que encontré algo que realmente sentía que era lo mío, con lo que me quedé hasta que, bastantes años después, sentí que de nuevo necesitaba cambiar. Había evolucionado y algo dentro de mí me pedía otras cosas.
Nuestra propia evolución es la que nos va llevando a nuevos caminos y conocernos, ver realmente quiénes somos, qué necesitamos, qué nos gusta, qué encaja con nuestros ideales, valores y estilo de vida… es esencial para idear el tipo de vida (y de trabajo) que queremos. IDEAR, de eso trata esto que hace unos días descubrí cuando Deb me escribió… Estuvimos conversando, me entrevistó de hecho (si no habéis escuchado el podcast sobre mi experiencia algo más extendida de lo que por aquí comparto, en este link podéis escucharme) y me habló de su programa.
Se trata de El Ideatorio, un programa online de 10 semanas para descubrir qué hacer a nivel profesional y encontrar un trabajo a la medida de cada una.
Este programa Deb lo creó en 2013 y por él han pasado 7 más de 2000 personas, realizando un viaje interno y profundo a nivel profesional. Este laboratorio de ideas se compone de 7 fases compuestas a su vez de 21 dosis en total (en cada dosis se trata un tema distinto que va acompañado de ejercicios sencillos y prácticos para que se puedan obtener resultados inmediatos). En la semana 1 por ejemplo el trabajo busca investigar quién somos profesionalmente y comprendernos a ese nivel, en la segunda la idea es ver cómo se nos percibe desde fuera… y cada semana se tratará una área o aspecto distinto.
El curso está a la venta a partir del 25 de mayo pero antes Deb lanza una clase gratuita “Tu Química Emprendedora” (disponible desde hoy hasta el 5 de junio) para que podáis ver qué debería tener vuestro trabajo ideal. He de admitir que, aunque ahora mismo tengo muy claro lo que quiero en este plano (que ya he contado que no siempre ha sido así)… he estado haciendo esos ejercicios y son muy interesantes a la vez que reveladores así que… solo por jugar un poco y conocernos un poco mejor en este plano, creo que puede interesaros.
Para ir a ello podéis hacerlo a través de este LINK.
Fechas importantes:
– Tu Química Emprendedora disponible desde hoy hasta el 5 de junio. La clase se enviará a partir del 25 de mayo
– El Ideatorio estará la venta a partir del 25 de mayo (hasta el 5 de junio) pero no te preocupes, te lo volveré a recordar.
En general, siento que nos ha faltado durante muchos años, orientación y conocimiento. De nosotras, de lo que deseamos, de lo que realmente queremos y encaja con nosotras… Pero a día de hoy, al menos así lo siento, las cosas han cambiado bastante y profesionalmente hay muchas personas que nos pueden ayudar en cuestiones profesionales (por ejemplo desde el coaching, he de admitir que yo el año pasado estuve en un proceso y estoy feliz de haberlo realizado porque me ayudó muchísimo) u otras emprendedoras y compañeras que con su propia experiencia nos inspiran y nos comparten sus caminos, ideas y recursos que han ido descubriendo y luego creando para que otras podamos aprovecharlo.
Yo trato de compartir mucho por este mundo digital, a través de sesiones de coaching que ofrezco desde hace algún tiempo y también a través de los ebooks y recursos afines.
No me alargo más pero si os apetece saber algo más de mi experiencia, de mis etapas, de recursos que haya empleado… de lo que sea relacionado con este tema, preguntadme, será un placer seguir conversando de esto.